La torta de
chocolate y fresas reposa sobre la mesa. Las manos de Magdalena todavía agarran
la manga que contiene restos de crema pastelera; el rostro de la repostera
refleja orgullo “Esto es lo que me gusta hacer”. Famosa en su comunidad por su
amabilidad y su generosidad cuando se trata de ayudar a los demás, Magdalena
vivas habitante de la parroquia
Caricuao, es conocida por su particular
forma de hacer tortas y su estilo único para decorarlas.
-¿Desde cuándo
comenzó a hacer tortas?
-La verdad desde muy jovencita, yo
tenía 16 años de edad y estaba embarazada de mi primer hijo y como no tenía a
nadie que me ayudara a mantenerlo, decidí hacer tortas para vender desde mi
casa, y así salir adelante.
-¿Le gusta
su trabajo o sólo lo ve como una manera de obtener dinero?
-Al principio era una manera de ganar
dinero, pero con el paso de los años le he agarrado cariño a lo que hago, para
mí hacer tortas es algo que disfruto mucho; además, pienso que sino me gustara
lo que hago el negocio de repostería no estaría funcionando, porque las cosas
salen bien sólo si uno las hace con amor.
-Aparte de
ser repostera, ¿tiene otro trabajo?
-No tengo otro trabajo, la mayoría de
las cosas que hago están relacionadas con las tortas. Yo dicto cursos de
repostería a jóvenes y señoras que no tienen un trabajo fijo y así cuando
aprenden montan sus propios negocios de tortas.
-En el momento
que las alumnas de sus talleres aprenden todo lo que se necesita para ser
reposteras, ¿se convierten en una competencia para usted?
-¡No vale!, -dice al tiempo que deja
escapar una carcajada-. Muchas de ellas
han sido mis empleadas, me ayudan cuando tengo muchos encargos, y otras de mis
alumnas han montado sus propios negocios, y no creo que sean una competencia
porque cada quien tiene una manera particular de hacer las tortas y al final el
que decide es el cliente.
Su nieto, un gran aliado. Cuando se le pregunto si su familia la ayudaba;
no vaciló en contestar que su nieto Ramón Cardenas es el que más la ayuda
“El colabora
con las cosas básicas porque no tiene mucha experiencia, y mis hijos también,
solo que ellos piensan que no debería trabajar tanto porque ya no estoy en edad
para andar en estos trotes”
-¿Piensa
dejar la repostería en un futuro?
-Hasta los momentos no esta en mis
planes. Esto es lo que me gusta hacer y me permite mantenerme económicamente y
bueno trabajaré hasta que el cuerpo me aguante y Dios lo quiera.
-¿Cuál es el
secreto para hacer sus tortas?
-No tengo un secreto, solo utilizo
las medidas correctas de los ingredientes y es por eso que las tortas me quedan
tan buenas. Aunque la verdad es que
cuando uno hace las cosas con amor y con
paciencia todo sale bien, yo creo que eso es lo
más importante.
-¿Cuáles han
sido sus anécdotas a lo largo de su vida
en torno a la repostería?
-Anécdotas malas he tenido
muchísimas, a todo el mundo no le puede gustar lo que uno hace, sin embargo,
también he tenido momentos bonitos de los cuales le doy gracias a Dios por
haberlos vivido.
-¿Recuerda
alguna en especial?
- Si, recuerdo que una vez una
clienta me encargó una torta, la quería de un día para el otro, y por andar
haciendo tantas cosas al mismo tiempo, el pastel se me quemó; la señora se molesto
muchísimo y yo estaba muy avergonzada, pero bueno, esa y otras anécdotas me han enseñado que de las cosas malas uno
siempre aprende, para tratar de no cometer los mismos errores en el futuro.
Daniela Carrero R.
Equipo: 1, 4to Semestre,
Equipo: 1, 4to Semestre,
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