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viernes, 25 de enero de 2013


Insuficiencia renal en personas de la tercera edad

En las últimas décadas son muchas las personas de la tercera edad afectadas con la Insuficiencia Renal, esta se conoce como la incapacidad de los riñones  para filtrar las toxinas y otras sustancias de desecho de la sangre.
La insuficiencia renal se divide en dos categorías; la Insuficiencia Renal Aguda, se verá afectada principalmente la regulación de los líquidos y los iones o sales, y en la Insuficiencia Renal Crónica se comprometerán todas las funciones del riñón. Estas son, además de regular el volumen corporal y las sales, el producir algunas hormonas y el servir para completar procesos metabólicos. La primera será una interrupción brusca de la función renal, pero a pesar de ser grave, es potencialmente reversible. La segunda, es de instalación lenta y progresiva, pero irreversible.
Según, el Doctor Emilio Mora especialista en el área renal desde hace cuatro (4) años, indica “cualquier persona puede sufrir de enfermedad renal, pero los de más alto riesgo son los diabéticos, los hipertensos y los familiares de personas que sufren de enfermedad renal. Como la enfermedad renal no siempre producen síntomas visibles, las personas en riesgo deben hacerse estudios para detectar la enfermedad, los básicos son: Creatinina y filtración glomerular”.
Los síntomas de un deterioro de la función renal son inespecíficos y pueden incluir una sensación de malestar general y una reducción del apetito, cambio de color en la piel, vomito,  orine poco frecuente, esto depende del grado en que marche la enfermedad, en la Unidad de Diálisis Juan pablo II, ubicada en la avenida nueva granada urbanización Prado de María, se atienden cada día pacientes que viven si un órgano vital y luchan por llevar una cotidianidad como cualquier otro, se podrían tener mejores visiones de progreso  si las personas se alimentaran de conocimiento y dieran paso a la donación de órganos, esto mostraría nuevas expectativas explicó el Dr. Mora.
El pronóstico de pacientes  de la tercera edad con enfermedad crónica del riñón, vistos como datos epidemiológicos han demostrado que todos causan aumentos de la mortalidad a medida que la función del riñón disminuye ]la causa principal de muerte es por enfermedades cardiovasculares.
Mientras que las terapias de reemplazo renal pueden mantener a los pacientes indefinidamente y prolongar su vida, la calidad de vida es severamente afectada, el trasplante renal aumenta significativamente la supervivencia de los pacientes cuando se compara a otras opciones terapéuticas.
Apartando el trasplante, la hemodiálisis doméstica aparece estar asociada a una supervivencia mejorada y a una mayor calidad de vida, cuando se compara a la hemodiálisis convencional de tres veces a la semana y a la diálisis peritoneal diaria. A medida que progresa la enfermedad renal, el trastorno de las funciones excretoras y reguladoras de los riñones da lugar a complicaciones que afectan prácticamente a todos los sistemas orgánicos.
Expresó el Dr. Mora “Se puede llevar a cabo el proceso de filtración de la sangre a través del acceso de catéter, plástico con dos luces, u ocasionalmente dos catéteres separados, que es insertado en una vena grande para permitir que se retiren por una luz grandes flujos de sangre para entrar al circuito de la diálisis, y una vez purificada vuelva por la otra luz. Mientras que la fistula son reconocidas como el método de acceso más adecuado. Para crear una fístula arteriovenosa, un cirujano vascular junta una arteria y una vena a través de anastomosis. Puesto que esto puentea los vasos capilares, la sangre fluye en una tasa muy alta”.
El trasplante de un riñón en un paciente con enfermedad renal avanzada, puede realizarse dependiendo de la fuente del órgano receptor, el trasplante de riñón es típicamente clasificado como de donante fallecido (anteriormente conocido como cadavérico), o como trasplante de donante vivo. Los trasplantes renales de donantes vivos se caracterizan más a fondo como trasplante emparentado genéticamente (pariente-vivo) o trasplante no emparentado (no emparentado-vivo), dependiendo de si hay o no una relación biológica entre el donante y el receptor.
“No hay duda que los años no avanzan solos, traen consigo cualquier sorpresa y esta no siempre suele ser buena, las personas de las tercera edad nos  sometemos a un nivel de estrés y preocupación más que cualquier otro, ya  que, nuestro tiempo de vida es más limitado si se contrae alguna enfermedad”, así lo indicó el paciente renal Henry Pantoja de 63 años de edad, quien lleva 3 años dializándose, el proceso de diálisis  reemplaza algunas de las funciones de filtración de los riñones, mientras llega un trasplante para recibir el riñón de un donante sano,  Henry sigue un estricto tratamiento, sin embargo esto no le impide trabajar y continuar su día a día con mucho entusiasmo.
Pacientes renales esperan promover y proyectar nuevos ideales acerca de la donación de órganos, de esta manera existirían posibilidades de un nuevo mundo capaz de ayudar en conjunto a los necesitados.
En el artículo 2 - LEY  SOBRE  DONACIÓN  Y  TRASPLANTE  DE  ÓRGANOS, TEJIDOS Y  CÉLULAS  EN  SERES  HUMANOS, La presente Ley se rige por los principios de universalidad, solidaridad, equidad, ética, probidad, altruismo, gratuidad, integralidad, no discriminación, no lucrativo, responsabilidad, integración social y progresividad.




Mirelyn Cervantes C.I. 20.330.432


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