Insuficiencia renal
en personas de la tercera edad
En las últimas décadas
son muchas las personas de la tercera edad afectadas con la Insuficiencia Renal,
esta se conoce como la incapacidad de los riñones para filtrar las toxinas y otras sustancias
de desecho de la sangre.
La insuficiencia
renal se divide en dos categorías; la Insuficiencia Renal Aguda, se verá
afectada principalmente la regulación de los líquidos y los iones o sales, y
en la Insuficiencia Renal Crónica se comprometerán todas las funciones del
riñón. Estas son, además de regular el volumen corporal y las sales, el
producir algunas hormonas y el servir para completar procesos metabólicos. La
primera será una interrupción brusca de la función renal, pero a pesar de ser
grave, es potencialmente reversible. La segunda, es de instalación lenta y
progresiva, pero irreversible.
Según, el Doctor
Emilio Mora especialista en el área renal desde hace cuatro (4) años, indica “cualquier
persona puede sufrir de enfermedad renal, pero los de más alto riesgo son los
diabéticos, los hipertensos y los familiares de personas que sufren de
enfermedad renal. Como la enfermedad renal no siempre producen síntomas
visibles, las personas en riesgo deben hacerse estudios para detectar la
enfermedad, los básicos son: Creatinina y filtración glomerular”.
Los
síntomas de un deterioro de la función renal son inespecíficos y pueden incluir
una sensación de malestar general y una reducción del apetito, cambio de color en la piel, vomito, orine poco frecuente, esto depende del grado
en que marche la enfermedad, en la Unidad de Diálisis Juan pablo II, ubicada en
la avenida nueva granada urbanización Prado de María, se atienden cada día
pacientes que viven si un órgano vital y luchan por llevar una cotidianidad
como cualquier otro, se podrían tener mejores visiones de progreso si las personas se alimentaran de conocimiento
y dieran paso a la donación de órganos, esto mostraría nuevas expectativas
explicó el Dr. Mora.
El
pronóstico de pacientes de la tercera
edad con enfermedad crónica del riñón, vistos como datos epidemiológicos han demostrado que todos causan
aumentos de la mortalidad a medida que la función del riñón
disminuye ]la causa principal
de muerte es por enfermedades
cardiovasculares.
Mientras que las terapias
de reemplazo renal pueden mantener a los pacientes
indefinidamente y prolongar su vida, la calidad de vida es
severamente afectada, el trasplante renal aumenta
significativamente la supervivencia de los pacientes cuando se compara a otras
opciones terapéuticas.
Apartando el
trasplante, la hemodiálisis doméstica aparece estar
asociada a una supervivencia mejorada y a una mayor calidad de vida, cuando se
compara a la hemodiálisis convencional
de tres veces a la semana y a la diálisis peritoneal diaria. A
medida que progresa la enfermedad renal, el trastorno de las funciones
excretoras y reguladoras de los riñones da lugar a complicaciones que afectan
prácticamente a todos los sistemas orgánicos.
Expresó el Dr. Mora “Se
puede llevar a cabo el proceso de filtración de la sangre a través del acceso
de catéter, plástico con dos luces, u ocasionalmente dos catéteres separados, que
es insertado en una vena grande para permitir que se retiren por una luz
grandes flujos de sangre para entrar al circuito de la diálisis, y una vez
purificada vuelva por la otra luz. Mientras que la fistula son reconocidas como
el método de acceso más adecuado. Para crear una fístula
arteriovenosa, un cirujano vascular junta una arteria y una vena a través de anastomosis. Puesto que esto
puentea los vasos capilares, la sangre
fluye en una tasa muy alta”.
El trasplante de un riñón en un paciente con enfermedad
renal avanzada, puede realizarse dependiendo de la fuente
del órgano receptor, el trasplante de riñón es típicamente clasificado como de
donante fallecido (anteriormente conocido como cadavérico), o como trasplante
de donante vivo. Los trasplantes renales de donantes vivos se caracterizan más
a fondo como trasplante emparentado genéticamente (pariente-vivo) o trasplante
no emparentado (no emparentado-vivo), dependiendo de si hay o no una relación
biológica entre el donante y el receptor.
“No hay duda que los
años no avanzan solos, traen consigo cualquier sorpresa y esta no siempre suele
ser buena, las personas de las tercera edad nos
sometemos a un nivel de estrés y preocupación más que cualquier otro,
ya que, nuestro tiempo de vida es más
limitado si se contrae alguna enfermedad”, así lo indicó el paciente renal Henry
Pantoja de 63 años de edad, quien lleva 3 años dializándose, el proceso de
diálisis reemplaza algunas de las
funciones de filtración de los riñones, mientras llega un trasplante para recibir
el riñón de un donante sano, Henry sigue
un estricto tratamiento, sin embargo esto no le impide trabajar y continuar su
día a día con mucho entusiasmo.
Pacientes renales
esperan promover y proyectar nuevos ideales acerca de la donación de órganos,
de esta manera existirían posibilidades de un nuevo mundo capaz de ayudar en
conjunto a los necesitados.
En el
artículo 2 - LEY SOBRE DONACIÓN Y TRASPLANTE
DE ÓRGANOS, TEJIDOS Y CÉLULAS EN SERES HUMANOS, La presente
Ley se rige por los principios de universalidad, solidaridad, equidad, ética,
probidad, altruismo, gratuidad, integralidad, no discriminación, no lucrativo,
responsabilidad, integración social y progresividad.
Mirelyn Cervantes C.I. 20.330.432
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