Armas Secretas Alemanas
Durante La Segunda
Guerra Mundial
Durante La Segunda Guerra
Mundial (1939-1945) Alemania luchó por dominar grandes regiones del mundo. Ya a
mediados de 1944, Alemania estaba inclinada al desastre total; inmersa en un
conflicto bélico genocida con un carácter desconocido hasta entonces. Surgió la
esperanza de las armas secretas, idea bien alimentada por el Ministro de
Propaganda del Tercer Reich Joseph Goebbels y los discursos de los principales
lideres nazis. Pero no todo fue una maniobra para aumentar la moral de
resistencia de los que todavía creían en Hitler y su utópico “Reich de los Mil Años”.
Fue durante estos últimos años de
la guerra cuando los militares aliados descubrieron con horror que había algo
más, mucho más, detrás de esa propaganda alemana. La realidad les mostro a los
vencedores de la gran contienda que las armas del Tercer Reich eran cada vez
mas sofisticadas y extrañas. Sus científicos fueron pioneros en todo lo
referente a misiles balísticos y tecnología de cohetes, creando de hecho los
primeros misiles teledirigidos del planeta para ser el arma decisiva.
Entre estas nuevas armas se
encontraba el famoso y revolucionario Peenemünde A4 (V-2) del equipo de Von
Braun, que inicio la serie de proyectiles de la actual era espacial y contra el
que los aliados no encontraron defensa por su velocidad y altura de vuelo. En
una entrevista realizada en casa del Señor José Ignacio Guerrero renombrado
escritor, científico e ingeniero venezolano dijo lo siguiente: “Fue el cohete
lo que proporciono a Alemania su principal esperanza de construir las armas más
devastadoras de la época. Aun en el momento actual, en la base de la moderna
balanza del poder se encuentra el cohete balístico, y toda la riqueza del
sistema vigente es una derivación directa de los inventos realizados en Alemania
durante la guerra”.
Así como estos otros inventos que
llaman mucho la atención su referencia al empleo del armamento nuclear táctico;
pero hubo más, mucho más aun: un conjunto de creaciones sencillamente
alucinantes, tales como rayos sónicos para derribar edificios y fusiles de
asalto capaces de disparar balas que doblaban esquinas. Por eso sabemos que
gracias a las prodigiosas armas secretas alemanas, que surgieron o se
proyectaron en el transcurso de la segunda guerra mundial, se formo la idea básica
de muchos de los sistemas bélicos que marcaron durante varias décadas la
táctica militar a seguir.
Para comprender mejor el increíble
avance tecnológico alemán, basta con nombrar un articulo escrito por el mismo José
Ignacio Lares para la revista Ciencia Popular Colombia que estudio los motores
a reacción de la década del 30 al 50 : “Me parece asombroso ver el derroche de
centros de investigación con los que contaba Alemania y la enorme acumulación
de los mas modernos equipos de ensayos y experimentación, sus laboratorios
científicos, túneles aerodinámicos con velocidades de viento supersónicas y
bancos de prueba para motores a gran altitud, son los mas adelantados que pudo
existir en ese tiempo en el mundo. La potencia requerida para tales centros tecnológicos
era superior a los 10.000 kilovatios y había decenas repartidos en toda
Alemania imagínense”.
Es increíble pensar como la
población alemana de la época aun creía en los discursos e ideas de los líderes
nazis en cuanto a las armas maravillosas se refiere. Incluso en la más absoluta
debacle en la que se encontraban, viviendo no solo por la situación económica
penurias sino por la intensa campaña de bombardeo que día y noche caía sobre
las ciudades alemanas por parte de los aliados. Una especie de fanatismo ciego
hacia estas armas secretas tenia la población alemana, se puede decir que eran
tanto una quimera como una realidad y donde la ciencia y la ficción se
entremezclaban.
Ya que hablamos de ciencia-ficción en el ámbito de las
armas secretas alemanas, hay un capitulo aparte en lo que a armamento bélico se
refiere al de las naves voladoras.
El conocido avión Messerschmitt Me-262
el primer avión jet caza del mundo y contra el que los aliados no tenia ninguna
opción yendo a mas de 200
km/h mas rápido que cualquier avión de pistón aliado de
la época, añadido a esto características impresionantes como asientos
eyectables, miras infrarrojas, y sistemas giroscópicos de ultima generación
contaba con 700 disparos calibre 20
mm disparados en la punta del avión y un diseño que aun
hoy parece actual.
Quizás nada sea tan espectacular
como los diseños de naves discoidales, los mejor conocidos como platillos
voladores encontrados al final de guerra por los americanos. Diseños basados en
tecnologías de anti gravedad desarrollados por las sociedades secretas Vril y
Thule informes fehacientes confirman que se construyeron y se realizaron vuelos
de prueba durante la guerra pero al final de la misma no se encontró con ningún
prototipo. Muchos dicen que los científicos alemanes y miembros de las
sociedades Thule y Vril escaparon en ellas al final de la guerra.
La guerra misma fue ganada y
perdida, fundamentalmente por la capacidad de producción de material de guerra,
y los aliados, con el gigantesco arsenal de los Estados Unidos a sus espaldas
estaban destinados a triunfar si lograban superar los primeros asaltos. Fueron
llevados al borde de la derrota por los alemanes pero de alguna forma salieron
adelante.
Se dice que si las investigaciones
en cuanto a las armas secretas alemanas incluyendo misiles a reacción, aviones
jets, naves discoidales hubieran comenzado antes y no a mediados de la guerra
los alemanes hubieran postergado la derrota o incluso podido ganar el conflicto
bélico mas grande de todos los tiempos, tal vez si esto hubiera pasado
estaríamos hablando alemán en estos momentos.
Lic. José Ignacio Guerrero Manuel Lares
Lic. José Ignacio Guerrero
Escritor, Científico e
Ingeniero Venezolano.
Manuel Lares C.I. 18.714.148
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