Crisis hospitalaria:
Inseguridad
Los hospitales venezolanos no escapan de la inseguridad
que azota al país; cada año son más los hechos de violencia que se registran
dentro de estos recintos y todavía no se consigue una solución eficaz. Esta situación, sin duda, viene a reflejar un
problema social que se vive en toda Venezuela.
Se ha hecho común escuchar en los noticieros las
siguientes frases: “Tiroteo en hospital acaba con la vida de un estudiante”, o
“Médicos protestan para exigir más seguridad”. Estos titulares,
lamentablemente, se han convertido en nuestro pan de cada día. Ahora bien,
adentrémonos en el problema:
Los doctores que trabajan en los hospitales venezolanos
tienen que lidiar no solo con la falta de medicamentos y material de trabajo
-una realidad que amerita otro reportaje-, sino también con tiroteos,
enfrentamientos entre bandas armadas y Guardia Nacional, robos, peleas,
asesinatos e incluso bombas molotov. En
consecuencia, han tenido que reducir el uso del efectivo, no llevar el carro a
su sitio de trabajo y, en situaciones más extremas, aguardar toda la noche en
el hospital luego de terminar sus guardias nocturnas para evitar ser victimas
de la delincuencia: “Tienes que llegar acá (al
hospital) a encerrarte, y salir en la mañana cuando haya más personas en la vía
porque si estás solo te roban", comentó para “The
Associated Press” el anestesiólogo
Eduardo Morillo, trabajador del hospital Angel Larralde de Valencia.
El ingreso de grupos armados a los centros de
salud es una práctica que cada vez se hace más común en nuestro país. Ya sea
para realizar un ajuste de cuentas o, sencillamente, para robar. El modo de
operación de estos individuos varía de acuerdo a la situación, pero por lo
general actúan varios delincuentes; unos se encargan de someter al personal de
vigilancia mientras que los demás se dirigen a sus víctimas, o a su víctima, en
el caso que sea por problemas personales.
Hospital clínico universitario (UCV). Fotografía: Andrés Ricardo Guerrero
Alvarez.
Hay hospitales que no cuentan con ningún tipo
de vigilancia, como es el caso del hospital psiquiátrico de Carabobo, y son
punto de mira de los criminales. Aquí el hampa tiene azotados a los
trabajadores y enfermos. Clarbelis Hernández, víctima de un robo, explica que
ha recibido amenazas en reiteradas ocasiones: “Han robado ocho días, desde el miércoles de la semana pasada
están robando todos los días (…)” declaró para Globovisión -15/06/12-.
Como respuesta a esta situación, algunos sectores de la
política nacional se han manifestado: “La situación que estamos viviendo los
venezolanos es de una terrible inseguridad, y los hospitales y los médicos no
se escapan de esa situación en Venezuela. El estado no está garantizando el
derecho humano a la vida ni a la salud” declaró la secretaria general de
Justicia Familiar de Primerio Justicia, Mary Ponte. Asimismo explicó que el
hospital José María Vargas está obligado a cerrar las puertas a las 7:00pm y
dejar de prestar servicios a esa hora; todo esto se debe al temor que tienen
los trabajadores de atender emergencias pasada esa hora de la noche.
El hospital Domingo Luciani, ubicado en El Llanito;
Distrito Capital, tampoco se libra de la delincuencia. Ya son varias las
ocasiones en la que grupos armados han violentado la sala de emergencias con la
intención de matar a algún paciente que se encuentra internado, sin respetar la
vida de las otras personas que se encuentran en el centro.
El gobierno nacional, ante esta realidad, ha intentado implementar
algunas medidas de seguridad en los hospitales del país. Como solución temporal
se ofrecerá custodia durante las veinticuatro horas del día -a médicos que
trabajen en el sector público- por parte de la Policía Nacional Bolivariana o
la Guardia Nacional.
Este plan de seguridad abarca varios centros de salud:
Hospital Clínico Universitario (UCV), Periférico de Coche y de Catia, Hospital
General Dr. Jesús Yerena, José María Vargas, Maternidad Concepción Palacios,
hospital Julio Criollo y el Victorino Santaella.
El ministro para las relaciones de Interiores y Justicia,
Tareck El Aissami, explicó que los funcionarios de seguridad que están
participando en este plan han sido preparados en la Universidad Nacional
Experimental de la Seguridad (UNES) y están capacitados para brindar el
servicio integral de seguridad hospitalaria.
A pesar de esta medida tomada por el gobierno nacional,
los trabajadores y los familiares de los pacientes no ven solución al problema;
afirman que, aunque se ven algunos funcionarios de protección, el problema no
ha cesado. Gabriel Roldán, hijo de un interno del hospital José María Vargas
espera que se incremente el número de policías y militares en el centro,
porque, como él explica, la noche es muy peligrosa y diez o doce vigilantes no
pueden hacer nada ante una situación de emergencia.
Esta crisis es un problema que afecta a todos los
venezolanos, sin importar bando político, color o religión. Lo único cierto es
que todos queremos, y necesitamos, una salida inmediata a este inconveniente.
Por el bien de la salud, por el bien de los trabajadores de los hospitales y
por el bien de Venezuela. Sea cual sea el lado donde se mire este asunto, todos
tendremos el mismo norte, erradicar la violencia de los hospitales venezolanos.
Titulo del reportaje: Crisis hospitalaria: inseguridad
Grupo: nº 7
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