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miércoles, 4 de julio de 2012


Crisis hospitalaria: Inseguridad
Los hospitales venezolanos no escapan de la inseguridad que azota al país; cada año son más los hechos de violencia que se registran dentro de estos recintos y todavía no se consigue una solución eficaz.  Esta situación, sin duda, viene a reflejar un problema social que se vive en toda Venezuela.
Se ha hecho común escuchar en los noticieros las siguientes frases: “Tiroteo en hospital acaba con la vida de un estudiante”, o “Médicos protestan para exigir más seguridad”. Estos titulares, lamentablemente, se han convertido en nuestro pan de cada día. Ahora bien, adentrémonos en el problema:
Los doctores que trabajan en los hospitales venezolanos tienen que lidiar no solo con la falta de medicamentos y material de trabajo -una realidad que amerita otro reportaje-, sino también con tiroteos, enfrentamientos entre bandas armadas y Guardia Nacional, robos, peleas, asesinatos e incluso bombas molotov. En consecuencia, han tenido que reducir el uso del efectivo, no llevar el carro a su sitio de trabajo y, en situaciones más extremas, aguardar toda la noche en el hospital luego de terminar sus guardias nocturnas para evitar ser victimas de la delincuencia: “Tienes que llegar acá (al hospital) a encerrarte, y salir en la mañana cuando haya más personas en la vía porque si estás solo te roban", comentó para The Associated Press” el anestesiólogo Eduardo Morillo, trabajador del hospital Angel Larralde de Valencia.
El ingreso de grupos armados a los centros de salud es una práctica que cada vez se hace más común en nuestro país. Ya sea para realizar un ajuste de cuentas o, sencillamente, para robar. El modo de operación de estos individuos varía de acuerdo a la situación, pero por lo general actúan varios delincuentes; unos se encargan de someter al personal de vigilancia mientras que los demás se dirigen a sus víctimas, o a su víctima, en el caso que sea por problemas personales.

Hospital clínico universitario (UCV). Fotografía: Andrés Ricardo Guerrero Alvarez.

Hay hospitales que no cuentan con ningún tipo de vigilancia, como es el caso del hospital psiquiátrico de Carabobo, y son punto de mira de los criminales. Aquí el hampa tiene azotados a los trabajadores y enfermos. Clarbelis Hernández, víctima de un robo, explica que ha recibido amenazas en reiteradas ocasiones: “Han robado ocho días, desde el miércoles de la semana pasada están robando todos los días (…)” declaró para Globovisión -15/06/12-.
Como respuesta a esta situación, algunos sectores de la política nacional se han manifestado: “La situación que estamos viviendo los venezolanos es de una terrible inseguridad, y los hospitales y los médicos no se escapan de esa situación en Venezuela. El estado no está garantizando el derecho humano a la vida ni a la salud” declaró la secretaria general de Justicia Familiar de Primerio Justicia, Mary Ponte. Asimismo explicó que el hospital José María Vargas está obligado a cerrar las puertas a las 7:00pm y dejar de prestar servicios a esa hora; todo esto se debe al temor que tienen los trabajadores de atender emergencias pasada esa hora de la noche.
El hospital Domingo Luciani, ubicado en El Llanito; Distrito Capital, tampoco se libra de la delincuencia. Ya son varias las ocasiones en la que grupos armados han violentado la sala de emergencias con la intención de matar a algún paciente que se encuentra internado, sin respetar la vida de las otras personas que se encuentran en el centro.
El gobierno nacional, ante esta realidad, ha intentado implementar algunas medidas de seguridad en los hospitales del país. Como solución temporal se ofrecerá custodia durante las veinticuatro horas del día -a médicos que trabajen en el sector público- por parte de la Policía Nacional Bolivariana o la Guardia Nacional.
Este plan de seguridad abarca varios centros de salud: Hospital Clínico Universitario (UCV), Periférico de Coche y de Catia, Hospital General Dr. Jesús Yerena, José María Vargas, Maternidad Concepción Palacios, hospital Julio Criollo y el Victorino Santaella.
El ministro para las relaciones de Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, explicó que los funcionarios de seguridad que están participando en este plan han sido preparados en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) y están capacitados para brindar el servicio integral de seguridad hospitalaria.
A pesar de esta medida tomada por el gobierno nacional, los trabajadores y los familiares de los pacientes no ven solución al problema; afirman que, aunque se ven algunos funcionarios de protección, el problema no ha cesado. Gabriel Roldán, hijo de un interno del hospital José María Vargas espera que se incremente el número de policías y militares en el centro, porque, como él explica, la noche es muy peligrosa y diez o doce vigilantes no pueden hacer nada ante una situación de emergencia.
Esta crisis es un problema que afecta a todos los venezolanos, sin importar bando político, color o religión. Lo único cierto es que todos queremos, y necesitamos, una salida inmediata a este inconveniente. Por el bien de la salud, por el bien de los trabajadores de los hospitales y por el bien de Venezuela. Sea cual sea el lado donde se mire este asunto, todos tendremos el mismo norte, erradicar la violencia de los hospitales venezolanos.

Nombre del alumno: Andrés Ricardo Guerrero Alvarez
Titulo del reportaje: Crisis hospitalaria: inseguridad
Grupo: nº 7

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