LA CONTAMINACIÓN SÓNICA ES UN PROBLEMA DE TODOS
Mucho se habla
de la protección al planeta Tierra, nuestro hogar, y entre los casos planteados
por las sociedades ecologistas del mundo encontramos la contaminación sónica
que cada día afecta a miles de personas, muchas de las cuales ni siquiera se
percatan de ella, hasta que es demasiado tarde.
Las grandes
ciudades del mundo presentan graves problemas de contaminación, entre los que
podemos indicar y considerar a la contaminación sónica. El desarrollo de las
grandes metrópolis del planeta ha traído consigo, a pasos agigantados, el aumento y crecimiento de la creciente contaminación
sónica.
Caracas, nuestra
ciudad capital, no se escapa de este grave inconveniente ambiental debido al
incremento poblacional, desorganización en la explotación de industrias y
comercios que poco a poco han crecido sin control alguno, generando así una
serie de factores que contribuyen al desorden urbano y ambiental, donde
prolifera el ruido.
El ruido es todo
aquel sonido molesto, que causa dolor o algún tipo de sensación de incomodidad
dentro de la persona, también podría definirse como un sonido desagradable al
oído que puede producir molestias y daños irreversibles en los seres
humanos. Algunas de las afectaciones más
comunes y consecuencias de la exposición a la contaminación sónica, como es
llamada por los expertos, son: Trastorno del sueño, fatiga, estrés,
irritabilidad, baja concentración para ejecutar cualquier labor, agresividad y
otras alteraciones que perturban la salud de las personas.
Adicionalmente y según indicó la
Profesora Luisa Páez, Msc en Desarrollo
y Ambiente de la USB: “Entre los efectos del ruido en los seres humanos
encontramos la dilatación de las pupilas, palpitaciones cardíacas, problemas
renales de secreción de adrenalina, contracciones musculares y movimientos
gastrointestinales”.
En nuestras
ciudades, día a día podemos observar que entre los factores contaminantes se
hayan: el tránsito automotor, las industrias, siendo el factor que más preocupa
a los expertos sobre el tema desde hace unos 5 años, los ciudadanos usualmente
jóvenes, que tal vez de manera inconsciente o por ignorancia contribuyen con
esta contaminación, al modificar sus vehículos convirtiéndolos en cornetas
móviles o discotecas ambulantes, así como modificando esos autos en sus motores
y escapes, produciendo a su paso un exceso de ruidos con una cantidad muy alta
de decibeles (dB).
Para tener una
idea de la intensidad del ruido se han determinado ciertos parámetros, entre
ellos:
·
El oído humano puede resistir sonidos de hasta
70 dB (decibeles) sin sentir dolor, que vendría siendo el sonido equivalente a
una calle con mucho tráfico, ruido que no suele causar dolor, pero si una leve
molestia en el oído, pero que a largo plazo podría tener consecuencias graves
en el órgano auditivo, llegando a causar hasta la pérdida del mismo.
·
Muy molesto: 90 dB (camión o motocicleta). 110dB
(Taller mecánico o corneta de automóvil).
·
Doloroso: 125 dB (Discoteca, despegue de avión a
reacción en aeropuerto)
130dB (Ruido en el interior de transporte urbano
cuando el conductor usa la música a todo volumen)
140 dB (Concierto de música en vivo)
150 dB (Despegue de avión Jet)
Daniel Briceño, comerciante y propietario de
la tienda X-NEO, una de las tiendas más reconocidas en el ámbito del sonido en
Caracas, nos da una razón clave por la cual cada día existe una mayor afición
de los jóvenes venezolanos a la compra y el uso de todos estos equipos, que en
algunos casos hasta llegan a ser equipos profesionales de sonido que sobrepasan
los 100 mil bolívares fuertes de inversión. La razón como él la concibe no es
más que la competencia existente entre los jóvenes por demostrar a los otros quién
posee el mejor sonido en sus autos y cuál es el que suena con mayor intensidad.
(Fotografo: Carlos A. González Q)
Collage de Autos Tunning.
Es por ello
que médicos y especialistas en el tema, tanto en el ramo de la salud como en
ramo ambiental, se encuentran preocupados, debido a que todas estas personas
dentro de unos pocos años presentarán graves problemas auditivos, constituyendo
una amenaza tanto para el ambiente por que se afectan a ellos y todos los que
les rodean, como consecuencia de la contaminación sónica que generan.
La pérdida
progresiva de la audición es sólo una de las afecciones que puede causar la
exposición a altos niveles de dB como lo detalla la Dra. Elizabeth Garrido,
Medico especialista en el área de Otorrinolaringología: “Las lesiones de las
células cocleares son mayormente irreversibles porque hay destrucción total o
parcial de éstas”. Las células cocleares tienen la función de transformar
señales acústicas físicas a señales acústicas mecánicas cortilinfáticas, y de éstas
a señales electroquímicas, dirigidas al área receptora auditiva de la corteza
cerebral.
El 69% de las
personas dudan o desconocen las consecuencias fuera de la parte auditiva que
pueden llegar a tener exponiéndose a largas jornadas con sonido y ruidos a
altos grados de volumen.
Otros efectos fisiológicos negativos que puede producir el ruido sobre el
organismo:
·
Fatiga auditiva: La
exposición a un sonido superior a los 90 decibeles; en ocasiones se perciben los sonidos como
superpuestos al ruido dominante que conllevará a una disminución de la
audición.
·
Traumatismo
acústico: Por exposición a ruidos muy fuertes (superior a 140 dB), como
explosiones, el sistema auditivo puede sufrir lesiones irreversibles pero no
evolutivas; siendo el caso típico es la fractura del tímpano.
·
Disminución de la
sensibilidad auditiva: Pérdida evolutiva de la capacidad auditiva que
aunque se considere un hecho asociado a la edad, puede acelerarse como
consecuencia de la exposición continua a fuentes de ruido.
·
Estrés: Considerada la
enfermedad más común del momento; consiste en alteración del sistema nervioso,
debida a la exposición a situaciones de presión, entre las cuales se encuentra
el ruido, y que trae como consecuencia modificación del ritmo cardíaco, úlceras
y podría llevar a accidentes cerebro vasculares (ACV).
La exposición
a ruidos entre los 70-90 dB durante más de 6 horas continuas podrían causar
daños a largo plazo, pero sonidos de 100 Decibeles pueden producir daños
irreversible en media hora; una explosión a más de 120 decibeles sólo necesita
segundos para producir daño irreversible en el órgano auditivo humano.
La Profesora Luisa Páez, explica: “La ignorancia sobre el
tema conduce muchas veces a cometer errores de los cuales luego es tarde, la
contaminación sónica es una variable poco estudiada en nuestro país y carece de
elementos normativos definidos que controlen y limiten el uso de equipos de
sonido móviles, pues trasladan el ruido a cualquier lugar de la ciudad
contaminando y exponiendo a grupos que necesitan tranquilidad”
Esto refiriéndose a los jóvenes que sin darse
cuenta se están haciendo daño ellos mismos y están causando daños perjudiciales
a las demás personas que los rodean y con quienes conviven.
Es tiempo de
reflexionar y actuar en la medida posible para colaborar en la disminución de
los odiosos y negativos ruidos molestos a favor de una mejor manera de vivir.
Carlos
A. González Q.
CI:
20.654.135
Periodismo
Avanzado sección: C
Grupo:
1
No hay comentarios:
Publicar un comentario