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viernes, 6 de julio de 2012


LA CONTAMINACIÓN SÓNICA ES UN PROBLEMA DE TODOS

Mucho se habla de la protección al planeta Tierra, nuestro hogar, y entre los casos planteados por las sociedades ecologistas del mundo encontramos la contaminación sónica que cada día afecta a miles de personas, muchas de las cuales ni siquiera se percatan de ella, hasta que es demasiado tarde.
Las grandes ciudades del mundo presentan graves problemas de contaminación, entre los que podemos indicar y considerar a la contaminación sónica. El desarrollo de las grandes metrópolis del planeta ha traído consigo, a pasos agigantados,  el aumento y crecimiento de la creciente contaminación sónica.
Caracas, nuestra ciudad capital, no se escapa de este grave inconveniente ambiental debido al incremento poblacional, desorganización en la explotación de industrias y comercios que poco a poco han crecido sin control alguno, generando así una serie de factores que contribuyen al desorden urbano y ambiental, donde prolifera el ruido.
El ruido es todo aquel sonido molesto, que causa dolor o algún tipo de sensación de incomodidad dentro de la persona, también podría definirse como un sonido desagradable al oído que puede producir molestias y daños irreversibles en los seres humanos.  Algunas de las afectaciones más comunes y consecuencias de la exposición a la contaminación sónica, como es llamada por los expertos, son: Trastorno del sueño, fatiga, estrés, irritabilidad, baja concentración para ejecutar cualquier labor, agresividad y otras alteraciones que perturban la salud de las personas.
 Adicionalmente y según indicó la Profesora  Luisa Páez, Msc en Desarrollo y Ambiente de la USB: “Entre los efectos del ruido en los seres humanos encontramos la dilatación de las pupilas, palpitaciones cardíacas, problemas renales de secreción de adrenalina, contracciones musculares y movimientos gastrointestinales”.
En nuestras ciudades, día a día podemos observar que entre los factores contaminantes se hayan: el tránsito automotor, las industrias, siendo el factor que más preocupa a los expertos sobre el tema desde hace unos 5 años, los ciudadanos usualmente jóvenes, que tal vez de manera inconsciente o por ignorancia contribuyen con esta contaminación, al modificar sus vehículos convirtiéndolos en cornetas móviles o discotecas ambulantes, así como modificando esos autos en sus motores y escapes, produciendo a su paso un exceso de ruidos con una cantidad muy alta de decibeles (dB).
Para tener una idea de la intensidad del ruido se han determinado ciertos parámetros, entre ellos:
·         El oído humano puede resistir sonidos de hasta 70 dB (decibeles) sin sentir dolor, que vendría siendo el sonido equivalente a una calle con mucho tráfico, ruido que no suele causar dolor, pero si una leve molestia en el oído, pero que a largo plazo podría tener consecuencias graves en el órgano auditivo, llegando a causar hasta la pérdida del mismo.
·         Muy molesto: 90 dB (camión o motocicleta). 110dB (Taller mecánico o corneta de automóvil).
·         Doloroso: 125 dB (Discoteca, despegue de avión a reacción en aeropuerto)
130dB (Ruido en el interior de transporte urbano cuando el conductor usa la música a todo volumen)
140 dB (Concierto de música en vivo)
150 dB (Despegue de avión Jet)

 Daniel Briceño, comerciante y propietario de la tienda X-NEO, una de las tiendas más reconocidas en el ámbito del sonido en Caracas, nos da una razón clave por la cual cada día existe una mayor afición de los jóvenes venezolanos a la compra y el uso de todos estos equipos, que en algunos casos hasta llegan a ser equipos profesionales de sonido que sobrepasan los 100 mil bolívares fuertes de inversión. La razón como él la concibe no es más que la competencia existente entre los jóvenes por demostrar a los otros quién posee el mejor sonido en sus autos y cuál es el que suena con mayor intensidad.

(Fotografo: Carlos A. González Q) Collage de Autos Tunning.
Es por ello que médicos y especialistas en el tema, tanto en el ramo de la salud como en ramo ambiental, se encuentran preocupados, debido a que todas estas personas dentro de unos pocos años presentarán graves problemas auditivos, constituyendo una amenaza tanto para el ambiente por que se afectan a ellos y todos los que les rodean, como consecuencia de la contaminación sónica que generan.
La pérdida progresiva de la audición es sólo una de las afecciones que puede causar la exposición a altos niveles de dB como lo detalla la Dra. Elizabeth Garrido, Medico especialista en el área de Otorrinolaringología: “Las lesiones de las células cocleares son mayormente irreversibles porque hay destrucción total o parcial de éstas”. Las células cocleares tienen la función de transformar señales acústicas físicas a señales acústicas mecánicas cortilinfáticas, y de éstas a señales electroquímicas, dirigidas al área receptora auditiva de la corteza cerebral.
El 69% de las personas dudan o desconocen las consecuencias fuera de la parte auditiva que pueden llegar a tener exponiéndose a largas jornadas con sonido y ruidos a altos grados de volumen.

Otros efectos fisiológicos negativos que puede producir el ruido sobre el organismo:

·         Fatiga auditiva: La exposición a un sonido superior a los 90 decibeles;  en ocasiones se perciben los sonidos como superpuestos al ruido dominante que conllevará a una disminución de la audición.

·         Traumatismo acústico: Por exposición a ruidos muy fuertes (superior a 140 dB), como explosiones, el sistema auditivo puede sufrir lesiones irreversibles pero no evolutivas; siendo el caso típico es la fractura del tímpano.

·         Disminución de la sensibilidad auditiva: Pérdida evolutiva de la capacidad auditiva que aunque se considere un hecho asociado a la edad, puede acelerarse como consecuencia de la exposición continua a fuentes de ruido.

·         Estrés: Considerada la enfermedad más común del momento; consiste en alteración del sistema nervioso, debida a la exposición a situaciones de presión, entre las cuales se encuentra el ruido, y que trae como consecuencia modificación del ritmo cardíaco, úlceras y podría llevar a accidentes cerebro vasculares (ACV).

La exposición a ruidos entre los 70-90 dB durante más de 6 horas continuas podrían causar daños a largo plazo, pero sonidos de 100 Decibeles pueden producir daños irreversible en media hora; una explosión a más de 120 decibeles sólo necesita segundos para producir daño irreversible en el órgano auditivo humano.
La Profesora  Luisa Páez, explica: “La ignorancia sobre el tema conduce muchas veces a cometer errores de los cuales luego es tarde, la contaminación sónica es una variable poco estudiada en nuestro país y carece de elementos normativos definidos que controlen y limiten el uso de equipos de sonido móviles, pues trasladan el ruido a cualquier lugar de la ciudad contaminando y exponiendo a grupos que necesitan tranquilidad”
 Esto refiriéndose a los jóvenes que sin darse cuenta se están haciendo daño ellos mismos y están causando daños perjudiciales a las demás personas que los rodean y con quienes conviven.
Es tiempo de reflexionar y actuar en la medida posible para colaborar en la disminución de los odiosos y negativos ruidos molestos a favor de una mejor manera de vivir.


Carlos A. González Q.
CI: 20.654.135
Periodismo Avanzado  sección: C
Grupo: 1

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