El cine de guerrilla

Hoy en día, la industria cultural del cine está representada por los grandes estudios

cinematográficos, principalmente los hollywodenses, quienes son los únicos que pueden

costear presupuestos multimillonarios, equipos técnicos de última tecnología y un

equipo humano en extremo numeroso para la realización de sus películas, como lo son

actores de primera, maquilladores, estilistas, vestuario especializado y extras.

En Venezuela se encuentran diversas productoras tanto privadas como patrocinadas

por el gobierno venezolano, sin embargo, solo participan de tratarse de una película

comercial, dejando un lado a los proyectos alternativos.

Es por esto que nace el cine de guerrilla, una subcultura que cada vez va surgiendo entre

las personas que quieren hacerse una carrera en el mundo del cine y buscan catapultarse

al estrellato, sin la necesidad de realizar puras películas o trabajos comerciales.

El Cine dependiente, el independiente y el de guerrilla

El cine dependiente es aquel que está sujeto a un presupuesto dado por una productora,

siendo el principal dolor de cabeza en los creadores ejecutivos de un supuesto film.

Normalmente estos film son pensados para entretener a la mayoría de la gente, cuentan

con una trama sencilla y están creados para ganar dinero. Estos films son los únicos

financiados por las productoras en el país debido a que un film alternativo no les

regresaría la inversión que representaron al grabarlo.

Es en este punto donde muchos guionistas venezolanos derrumban sus sueños al no

tener una productora que financie su proyecto, sin encontrar la manera de dar a conocer

su talento y mostrarle al mundo su arte. Muchos desechan su idea para hacer algo

más comercial, pero otros se embarcan hacia una realización independiente. El cine

independiente es aquel que no tiene financiación de productoras y cualquier costo

corre por parte de todos los miembros del equipo. Lo negativo del cine independiente

está en el alcance que éste pueda tener, esto se debe a que las distribuidoras, asociadas

únicamente con las productoras, se encargan de distribuir únicamente los film que les

manden.

Sin embargo, existe otra manera de hacer cine y se conoce como cine de guerrilla, que

no es más que una forma alternativa de hacer un film con bajo presupuesto, buscando

siempre el menor costo posible en todo lo que se necesite pero aprovechando la

tecnología de video digital. Todas estas características catalogan al cine de guerrilla

como un derivado del cine independiente, es decir, mientras el cine independiente es

financiado por el equipo que realiza la película, que puede ser un presupuesto grande o

no, el cine de guerrilla busca economizar los costos lo más bajo posible valiéndose de

cualquier medio para ello.

¿Cómo se hace el cine de guerrilla?

El cine de guerrilla es un poco diferente en la realización, muchos grandes films

son hechos sin la supervisión del director, grabados simultáneamente en diferentes

locaciones, incluso trabajado por personas que no se conocen y que se encuentran en

lugares diferentes en el mundo. El cine de guerrilla elimina esta barrera y busca integrar

a todas las personas relacionadas con el film, desde el actor principal hasta el amigo que

sirve de chofer. Se puede decir que el cine de guerrilla cuenta con una camaradería que

muchas veces no lo hacen las grandes producciones, dándole un punto a su favor debido

a que representa una mejor experiencia para todos los miembros.

Lo primordial es escribir un guión, que bien puede tratar sobre determinado tema,

pero normalmente son ideas no comerciales y un tanto personales. Luego de tener un

guión se pasa a reunir a todas las personas que necesarias para llevar lo que escrito a la

pantalla. Muchas veces este equipo se forma reuniendo conocidos que poseen ciertas

habilidades, ya sea para grabar, tomar fotos o editar imágenes, todos sirven para el

fin del cine de guerrilla, economizar gastos y trabajar amenamente con gente que se

conoce. Aunque muchos integrantes tengan poco u algo de conocimiento, el proyecto

sirve como desarrollo de su talento en las diversas áreas que desempeñan, visión en

otros temas y experiencia.

Posterior a la formación del grupo de trabajo se procede a grabar. Aquí es donde

empieza el verdadero arte, ingeniárselas para conseguir lo necesario, desde utilería

hasta equipos, siendo la idea: conseguir lo que se requiere por la mínima cantidad de

dinero, permitiendo usar cualquier herramienta, llegando a muchos casos, modificar

ciertas escenas donde se necesita conseguir algo específico pero que no se encuentra

en existencia, es muy difícil de conseguir o el presupuesto del grupo no alcanza para

adquirirlo.

Luego de la grabación, el resto es editar todas las tomas con cualquier programa de

computadora sin descuidar la calidad de video o de algún otro elemento dentro del

corto, guión, actuación, utilería, etc. Todo representa un papel fundamental para que el

final sea todo un éxito.

Fotografía Andreyna De Campos

Productoras contra cine de guerrilla

Las productoras cinematografías consideran el cine como un trabajo y un negocio, por

lo tanto, no se debe escatimar en gastos a la hora de rodar un proyecto. Sin embargo,

estas productoras financian filmes que le generen el dinero que invirtieron y se encargan

de despotricar a los productores independientes, alegando que el arte debe ser de última

calidad y utilizando la tecnología de punta.

Darwin Barreta, un guionista cinematográfico venezolano, explica que la concesión

de cine está muy mal expuesta en nuestro país. “El cine es un arte por donde lo quieran

mirar. Las productoras deberían financiar proyectos independientes, muchos de estos

proyectos traen consigo talento que puede ser aprovechado”, expresa Barreta.

“El cine de guerrilla no es ignorancia como lo denotan algunas productoras y cineastas

- según lo expresa Barreta - todo lo contrario, es inteligencia aplicada en función al arte.

Vivimos en un país donde los recursos son limitados y lo que queremos lo hacemos con

lo que tenemos, no esperamos a ver si aparecen o nos quedamos de brazos cruzados por

no tenerlos”.

Por este punto se encuentran en guerra las productoras y los cineastas independientes,

quienes a falta de apoyo y de distribución, logran ganar premios y festivales en muchos

lados del mundo, siendo más que un reconocimiento, un honor entre la subcultura ser

conocido por un filme independiente.

Según Barreta, “El cine venezolano independiente está pasando por una etapa de

surgimiento, siendo reconocido en otros países no solo por la calidad del producto,

sino por el trabajo que pasan para conseguir lo que necesita teniendo en cuenta la

situación en que se encuentra el país actualmente. Por otro lado, el cine dependiente está

teniendo dificultades más que nunca. Gastan altas sumas de dinero en proyectos poco

interesantes, con guiones refritos una y otra vez, valiéndose de la idea de poner algún

actor famoso para que pase desapercibido la calidad del guión”.

Surgiendo Talento

A pesar de todos los contratiempos que puede ocasionar depender de una productora,

en Venezuela se ha surgido talento incluso sin contar con estudios audiovisuales. Ese es

el caso de Jackson Gutiérrez, quien decidió incursionar en el mundo del cine y cuenta

con once producciones dedicadas a reflejar historias del barrio a través de una óptica

intimista, con muy bajo presupuesto, y distribuidas a través de la red de “quemadores de

DVD”.

Gutiérrez ha dado mucho de que hablar por su elección de hacer cine de guerrilla en

vez de cine convencional, a lo que el señala “Si me dieran 8 millardos de bolívares para

hacer una película, seguro no la haría bien. Haciendo cine guerrilla se trabaja más con

amor para realizar un buen trabajo, que con fines netamente monetarios”.

Los preparativos para el film, según Gutiérrez, los hace en su mente sin necesidad de

elaborar un guión formal, dejando la producción de manera dinámica buscando lo que

se necesita al momento.

Gutiérrez es el creador de las nueve entregas “Azotes del barrio de petare”, y los dos

largometrajes “María Lionza en mi barrio” y “Masacre en Buena Vista”, donde a

simple vista se muestra un talento con ganas de surgir, trayendo consigo propuestas

interesantes y un aire fresco en lo que es el mundo cinematográfico.

Fotografía Andreyna De Campos

Aunque el término puede inferir en algo violento, sólo se trata de una nueva manera

de hacer arte con pocos recursos pero mucho talento, hoy en día se encuentran

más personas trabajando por este medio llamado: “Cine de guerrilla”, costeando y

produciendo su material con historias personales que buscar agradar al publico sin

necesidad de ser algo netamente comercial.

Periodismo Avanzado

6to. Semestre “C” Mañana

Andreyna De Campos

C.I: 19.087.952

Grupo: 7

Fotografía cortesía de http://pablopazs.blogspot.com/