Baloncesto > El panorama de la selección no es
malo. Falta oficio
Visa para soñar
La actualidad del básquet no es el mismo al de hace
veinte años, pero el material y el talento está, solo hay que trabajar en una
misma dirección y sobre todo con ganas de hacer las cosas bien
El contexto del
baloncesto criollo dista mucho de la
realidad deportiva venezolana que se presentan en otras disciplinas como son el
caso del fútbol o el béisbol, por ser ellas tres las actividades que completan
el podio respecto a los deportes con mayor arraigo dentro del territorio
nacional.
Al presente, la distancia con el nivel que puedan
presentar otras ligas de nuestro
continente respecto a la nuestra y,
principalmente, el nivel de la selección de mayores respecto a otros países, es
muy grande. Los últimos resultados alcanzados por nuestras representaciones en
los diversos torneos internacionales, competencias, entre otros así lo demuestran.
Para Francisco “Paco” Diez, conocido técnico de
baloncesto, el problema radica en que no se viene trabajando con las bases. “Hay que hacer un
trabajo de base y que mayor cantidad de chicos y chicas jueguen al baloncesto y
trabajar en todos los estamentos”, precisó.
Para él, ese trabajo es algo que a futuro repercutirá en la selección absoluta.
“El grupo de jugadores venezolanos en el quinteto nacional es
muy joven, con la excepción de Oscar Herrera y Héctor “Pepito” Romero. Por ello
debemos ir con mucha calma, preparando a estos muchachos que tienen un enorme
potencial para eventos del venidero año”, recalcó respecto al grupo de trabajo
con que cuenta el país hoy en día.
Dentro del escenario internacional la actuación de
los clubes del circuito rentado nacional no ha sido como para llenar pecho.
Durante las últimas presentaciones, solo Cocodrilos de Caracas puede presumir
de haber avanzado de la fase de grupos dentro del torneo Liga de las Américas
en su edición 2012. El resto de las delegaciones, háblese de Guaros de Lara y
Bucaneros (2012) o Espartanos (07 y 08), que nos han representado en estas lides, son una fija entre las selecciones que
abandonan el torneo en su primera fase.
Ya a nivel de la selección de mayores, la vinotinto
del básquet ha deambulado por un mar de irregularidades que ha impedido tener
una destacada figuración. Actualmente la posición que ocupan en el ranking FIBA
es gracias a los resultados cosechados hasta el 2005 con la participación en
los mundiales del 2002 y 2006 en Indianápolis
y Japón, respectivamente, y la medalla de bronce obtenida durante el
Sudamericano de Puerto Montt, en Chile, durante el 2008. Del resto no hay nada
en lo que podamos presumir.
Generación del
92 y sus Héroes de Portland
Vivir del
pasado es malo. Eso es algo que constantemente hacen los fanáticos del
baloncesto venezolano. Siempre salen al ruedo comentarios sobre la diferencia
del nivel del básquet actual con aquel que se practicaba durante finales de los
años ochenta y principios de los noventas.
De aquel “buen básquet”, salió lo que puede denominarse como
la actuación más destacada para equipo o representación alguna del país en
cualquier deporte. Los famosos Héroes de Portland, generación que llegó a
participar en la final del preolímpico realizado en Portland, Estados Unidos y
que los llevó a enfrentar en la final al poderoso Dream Team, equipo donde
figuraron estrellas de la talla de Michael Jordan, “Magic” Jhonson, Larry Bird,
entre otros. La llegada a esa final supuso la posibilidad de ir a los juegos
olímpicos de Barcelona ese mismo año.
Para el boricua Julio Toro, técnico la representación del 92,
lo alcanzado en aquel momento “…es como un tatuaje (…) que nos seguirá
acompañando en la historia del básquet venezolano y que hoy en día sigue
teniendo repercusión en cualquier estamento del baloncesto criollo”.
Aquel compendio de talentos entre los que destacaban
jugadores ya establecidos como Iván
Olivares, Sam Shepard, Carl Herrera o jóvenes como Víctor David Díaz y Omar
Walcott, es a lo que se ha enfrentado cada generación de basquetbolistas que se
pone encima la camiseta de la selección.
Del 92 al 2012,
veinte años de continuas decepciones
Luego de aquel año tan significativo para nuestra historia
deportiva, las actuaciones de nuestras representaciones en el concierto
internacional y el nivel reflejado en nuestra liga profesional, no han sido de
grato recuerdo para el fanático local.
Basta con ver año tras año los resultados que cosecha la
selección absoluta para certificar esa decepción dentro del colectivo nacional.
A nivel de torneos sudamericanos, nuestro desempeño no ha
pasado de un bronce durante las ediciones del 2004 y 2008. Durante el 2006 y el
2010 la cuarta casilla ha tenido nombre vinotinto, siempre detrás de los países
Brasil, Argentina y Uruguay como potencias del sur. En el mismo concierto del
continente americano del Torneo de las Américas, nuestro desempeño ha llevado a
que hagamos un tour entre las casillas del quinto al noveno lugar por nuestras
últimas actuaciones. En las ediciones del 2007 y 2009 tuvimos un gris octavo y
noveno lugar respectivamente mientras que en el 2011 salvamos nuestra
participación con un quinto puesto dentro de la escala continental.
En campeonatos mundiales para selecciones absolutas,
apartando lo conseguido durante las ediciones del 2002 y 2006 en la que
figuramos en la posiciones 14 y 21 respectivamente, nuestro país figura con un “No calificó” en las diversas ediciones
que se han realizado de este torneo. Y si hablamos a nivel olímpico, debemos a
remontarnos al año 92 como la única vez en que se escuchó el himno nacional
durante un encuentro de básquet. El resto de las ocasiones nos ha tocado
observar por televisión los encuentros con la nostalgia de ver el nombre de
Venezuela en la pizarra.
Venezuela en los
papeles
La actualidad: Greivis Vásquez y
once más
La renovación en el conjunto criollo ha costado. Difícil ha
sido desprenderse de viejas figuras como Víctor David Díaz, Richard Lugo o
Diego Guevara, entre otros quienes en una etapa de su vida lo dieron todo por
el orgullo de llevar el nombre de Venezuela a lo más alto.
En la actualidad
las piezas están. Dentro de esta generación de jugadores podemos encontrar un
grupo de jóvenes como el NBA Greivis Vásquez sobre quien gira el nuevo proyecto
de la selección, con la calidad y la
disposición de llevar al equipo nacional a un mejor desempeño que lo hecho en
los últimos tiempos.
Para Oscar Torres, actual figura en la selección, ya es hora
de que en Venezuela se abran dos frentes para así darle chance a nuevas
promesas que solo esperan por una oportunidad.
“Hay que llamar
a la selección a todos esos jóvenes para que vayan tomando experiencia. Es el
momento de abrir dos selecciones, de desarrollar a esos jugadores que en
Venezuela no se conocen. Si tengo que dar un paso al costado para estos nuevos
talentos, lo doy tranquilo”, señaló el ex
NBA.
Torres recalco que una de las consecuencias por la que a
Venezuela le cuesta tanto a nivel internacional es no darle la oportunidad a
más chamos. “Lo ideal es llevar a los jóvenes poco a poco para que no lleguen a
la selección sin preparación (…) sé que no es fácil, que requiere algo de
inversión, pero es algo necesario si queremos sobresalir”, resaltó.
El hecho que en el sistema de las categorías menores del baloncesto venezolano haya
graves carencias técnicas y estructurales, es algo que atenta contra el
desarrollo de la disciplina de las alturas. Hoy en día existe un abismo entre
los entes federativos, llámese Federación Venezolana de Baloncesto, Instituto
Nacional de Deportes, y los clubes que hacen vida en la liga profesional.
En un mundo coherente, lo ideal es que las partes trabajen de
la mano. Pero no, aquí en Venezuela cada sector rema hacia el lado que le
convenga para llevarse la mejor parte o hacia el lado que le permita subsistir.
Lo importante aquí es que tenemos visa para soñar. El grupo
que actualmente porta la camiseta nacional cuenta en sus filas con el talento y
la capacidad para salir adelante.
Si revisamos bien, podemos encontrar motivos que nos permiten
avisorar un futuro que sea semejante a aquella época de la generación de
Portland.
Encontramos jugadores que están bien posicionados en el
sistema estadounidense como son los
venezolanos Gregory Echenique con destacada actuación en la NCAA (liga
universitaria y antesala a la NBA) o a Greivis Vásquez quien cada año se
afianza más dentro del mejor baloncesto del mundo con los Hornets de New
Orleans. En el área europea hallamos a los escoltas Jhon Cox y Jhorman Zamora
quienes hacen vida en las ligas de Francia y España, respectivamente, y quienes
están en disposición de aportar su grano de arena y sudar la camiseta.
El material está. Ya solo queda esperar que los responsables
de la selección trabajen de manera mancomunada y en una sola dirección. Y
bueno, porque no, esperar otra “alineación de los planetas”.
Blanco F. Miguel E.
C.I. – 18.847.050
Grupo Nro. 1
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