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lunes, 9 de julio de 2012


En los últimos cinco años han cerrado las librerías Monte Ávila, Macondo, Lectura, Punto y Coma, Soberbia y ahora Libroria
Internet: amenaza a la cultura lectora
En el futuro el libro en papel seguirá, pero también evolucionara   
Alfredo  Zampella 

        Los libros son una fuente de información para la sociedad, y toda la lectura, nutre la cultura de un país. En los últimos cinco años, en Caracas, se han presenciado con frecuencia los cierres de librerías que luego de años, se habían convertido en templos del conocimiento para los amantes de la lectura en Venezuela. Las librerías Monte Ávila, Macondo, Lectura, Punto y Coma, Soberbia y ahora Libroria han sido víctimas de esta problemática y esto ha traído como consecuencia su cierre.
Descripción: http://www.apologeticacatolica.org/Novedades/Images/IPad02.jpgIpad vs libro, imagen cortesía de:
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1012070451-calibre-una-completa-y-gratui


        Venezuela nunca ha sido un país con tradición de lectura, sin embargo, aunque no sea la mayor parte de la población, hay muchas personas que consideran que los libros son tesoros que nunca deberían morir. Pero, el mundo está destinado a desarrollarse, y junto a él, la sociedad. Tal como comparte Ángel García, antiguo librero de Monte Ávila, en el Teresa Carreño, “A pesar de que muchos nos veamos afectados por esta realidad, no se puede negar que el Internet ha sido un gran avance en el mundo; los libros digitales han tenido un gran auge estos últimos años. Pero ésa es solo una de las razones por las que se han visto tan afectadas las librerías.”
Dificultad comercial de conseguir libros
        En Venezuela, importar libros se ha vuelto un gran problema. No es fácil conseguir los cupos de CADIVI para traerlos del exterior. Esto evidentemente es un obstáculo para cualquier librero, debido a que su negocio depende de eso. Ignacio Alvarado, dueño de Libroria, en Las Mercedes, anuncia que se vio gravemente afectado por esta causa: “A mi ya no me llegan ni la mitad de los libros que me llegaban antes. Lo que está pasando es que la mayor parte de la clientela llega a la librería y ve que no hay nada de lo que querían, lamentablemente la mayoría  de las veces, buscan los libros de autores nuevos y famosos, en vez de los clásicos. Entonces, se dan cuenta que es mucho más fácil comprarlos por Internet, en donde generalmente son más baratos y encuentran todo lo que quieren, y si no quieren gastar, tienen la disponibilidad de leerlo directamente de una página web.” Esto se ha ido reflejando en una decadencia de la lectura, porque por este motivo, las pocas personas que consiguen los cupos CADIVI prefieren irse por lo seguro y traer únicamente los libros comerciales que representan dinero seguro para las librerías.
Costumbre colectiva de dedicar el tiempo libre a otra cosa distinta a la lectura                                                        
         A pesar de que Venezuela es uno de los países con más vacaciones y por ende, uno de los lugares en donde hay más tiempo libre en el mundo, las personas no acostumbran a invertir su tiempo en la lectura. Se desconoce el motivo principal de este fenómeno, pero es así. Por eso, muchas librerías pequeñas están cerrando, porque si se dedicaran estrictamente a vender libros nuevos y/o usados, su clientela se reduce bastante.
        El mayor inconveniente no es simplemente que los venezolanos no se entretengan con la lectura, sino que el pensamiento de lector, cada vez disminuye más. En los años 60, antes de la invención del Internet, las personas tenían una sed de conocimiento. Para saciarla, recurrían a los libros, esta era la única fuente de aprendizaje, además de la observación; pero con la creación de esta red mundial, la sociedad ha ido dándole la espalda a los libros poco a poco, ya sea para quemar tiempo libre o para estudiar. Tomar en cuenta el éxito que han tenido libros como Harry Potter, sería una contradicción a este punto, pero así como aclaró Federico Pacanins, socio principal de El Buscón: “Aunque Harry Potter sea un fenómeno a nivel mundial, la lectura en general se dedica principalmente al desarrollo del trabajo o de los estudios, no al entretenimiento individual.” Así es como era antes, y así debería seguir siendo. Ahora la lectura se lleva a cabo principalmente cuando se trata de algún libro que se hace muy conocido. Como comienza a estar en boca de todo el mundo, la sociedad siente una obligación o curiosidad de leerlo. Pero, cuando se trata de libros que no son comerciales, no se siente el mismo interés por leer.
        Esta era en la que vivimos hoy en día, de acceso ilimitado tiene sus pros y sus contras. Es increíble que la distancia entre toda la información del mundo y tus propios ojos sea solo un clic. El reconocido librero de Noctua, Andrés Broesner, comenta acerca de esto: “Para los nostálgicos, es horrible perder esa experiencia orgánica de encontrar un libro en una librería o biblioteca. Se ha perdido completamente la esencia romántica de leer.” Esto afecta directamente a nuestra cultura, porque el disfrute de tener un libro en las manos, crea una motivación por querer leer y nutrirnos de conocimientos. Internet puede ser muy amplio, pero no ofrece la misma experiencia satisfactoria que nos brindan los libros. Otro problema grave del Internet es que la saturación de información nos ha vuelto flojos. Broesner apoya este pensamiento al decir que: “leer ya no se trata de encontrar información relevante sino de desechar la información irrelevante.”
La estructura económica del negocio del libro
        Este negocio es muy moderado en sus eventuales ganancias. Esto hace que los locales de comercialización, ya sean alquileres o compras, sean muy costosos en ciudades grandes, como resulta en Caracas, Maracaibo o Valencia. De esta manera, hoy en día se hace imposible sobrevivir con el simple ingreso que brindan los libros. Ena Esteller, una estudiante de Idiomas de la UCV, amante de los libros desde que era una niña, expresó: “vender libros ya no da para nada porque Internet lo hace todo más cómodo.” Además compartió anécdotas de momentos en que visitó Noctua o Libroria, y Andrés Broesner e Ignacio Alvarado, los dueños respectivos, le ofrecían descuentos insólitos. “Estos verdaderos apasionados por la lectura, son capaces de vender una joya de libro por BsF. 30. ¡Me sorprende que Noctua siga de pie!”
        La mayor parte de los libreros, no son dueños de sus locales y el alquiler se hace cada vez más caro. Entonces, lo que ganan, prácticamente les da solo para pagar la renta, lo que trae como consecuencia el cierre de las librerías.
Micro librerías vs. Librerías grandes
        Debido a las economías de escala, que según La Real Academia Española, se refiere al “abaratamiento de los costos unitarios de un producto, logrado al aumentar la cantidad total producida”, las librerías grandes como Nacho y Tecni-Ciencia tienen una facilidad en importación y costo de ventas. Esto se debe a su tamaño, por eso las micro librerías son las que se ven más afectadas. En las grandes empresas puedes conseguir los mismos libros que en aquellas pequeñas, hasta más baratos y con más variedad. En las otras librerías es difícil tener libros por los problemas para importar que fueron antes mencionados.
Santiago Ramírez, el socio principal de Tecni-Ciencia, se autodenominó como “una fusión extraña entre papelería, piñatería, y librería.” Ellos no venden libros únicamente. “Vendemos juguetes, rompe cabezas, cuadernos, lápices, etc. Yo estoy convencido de que la mayoría de nuestros ingresos vienen de ahí,” afirma Ramírez.
        Esto comprueba que las librerías grandes están sostenidas en gran parte por cosas que ni siquiera son libros. Además de esto, todas se encuentran en centros comerciales inmensos en donde pasa gente todo el tiempo. El Tolón, El Sámbil, El Centro Comercial de Santa Fe, entre otros. Inevitablemente van a tener clientes. No solo esto, sino que llevan mucho más tiempo en el negocio. Por lo menos Tecni-Ciencia, se ha vuelto una corporación inmensa que está manejada por varios socios. Por todos estos motivos, no se han visto tan afectados por el Internet; tienen una fuente de dinero a parte de los libros. De lo contrario se verían muy afectados. Una prueba de esto es que Borders y Barnes & Nobles, en EEUU, quebraron. Estas dos librerías eran enormes empresas, pero se mantenían principalmente de libros y fracasaron.
         En un futuro no muy lejano, es posible que no vayan a existir los libros en físico,  debido a los grandes avances tecnológicos que cada vez facilitaran más y más la lectura.
        La competencia con Internet es enorme. A través de páginas como Amazon los pedidos se hacen más rápidos y efectivos. Pero a pesar de que el comercio por Internet ha sido un factor de redimensión de la comercialización de los libros, podemos observar que no es ni el único, ni el principal motivo en Venezuela, por ahora. Estas páginas como Amazon, terminan de complementarse con la confianza en un correo que entrega a tiempo y en perfecto estado. Esos dos elementos son necesarios para justificar la sustitución de librerías de punto físico, por las librerías virtuales internautitas. Sin embargo, Internet sí es una amenaza evidente, pero lo será más aún a largo plazo, y probablemente en unos cuantos años.
                                                                        Alfredo Zampella CI: 19.693.901 Grupo # 8
                                                      Periodismo Avanzado sección “C”

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