En los
últimos cinco años han cerrado las librerías Monte Ávila, Macondo, Lectura,
Punto y Coma, Soberbia y ahora Libroria
Internet: amenaza a la cultura lectora
En el futuro el
libro en papel seguirá, pero también evolucionara
Alfredo Zampella
Los libros son una fuente de información
para la sociedad, y toda la lectura, nutre la cultura de un país. En los
últimos
cinco años, en Caracas, se han presenciado con frecuencia los cierres de
librerías que luego de años, se habían convertido en templos del
conocimiento para los amantes de la lectura en Venezuela. Las librerías Monte
Ávila, Macondo, Lectura, Punto y Coma, Soberbia y ahora Libroria han sido víctimas
de esta problemática y esto ha traído como consecuencia su cierre.
Ipad vs libro, imagen cortesía de:
http://infocatolica.com/blog/apologeticamundo.php/1012070451-calibre-una-completa-y-gratui
Venezuela nunca ha sido un país con
tradición de lectura, sin embargo, aunque no sea la mayor parte de la
población, hay muchas personas que consideran que los libros son tesoros que
nunca deberían morir. Pero, el mundo está destinado a desarrollarse, y junto a
él, la sociedad. Tal como comparte Ángel García, antiguo librero de Monte
Ávila, en el Teresa Carreño, “A pesar de que muchos nos veamos afectados por
esta realidad, no se puede negar que el Internet ha sido un gran avance en el
mundo; los libros digitales han tenido un gran auge estos últimos años. Pero
ésa es solo una de las razones por las que se han visto tan afectadas las
librerías.”
Dificultad
comercial de conseguir libros
En Venezuela,
importar libros se ha vuelto un gran problema. No es fácil conseguir los cupos
de CADIVI para traerlos del exterior. Esto evidentemente es un obstáculo para
cualquier librero, debido a que su negocio depende de eso. Ignacio Alvarado,
dueño de Libroria, en Las Mercedes, anuncia que se vio gravemente afectado por
esta causa: “A mi ya no me llegan ni la mitad de los libros que me llegaban
antes. Lo que está pasando es que la mayor parte de la clientela llega a la
librería y ve que no hay nada de lo que querían, lamentablemente la
mayoría de las veces, buscan los libros
de autores nuevos y famosos, en vez de los clásicos. Entonces, se dan cuenta
que es mucho más fácil comprarlos por Internet, en donde generalmente son más
baratos y encuentran todo lo que quieren, y si no quieren gastar, tienen la
disponibilidad de leerlo directamente de una página web.” Esto se ha ido
reflejando en una decadencia de la lectura, porque por este motivo, las pocas
personas que consiguen los cupos CADIVI prefieren irse por lo seguro y traer
únicamente los libros comerciales que representan dinero seguro para las
librerías.
Costumbre colectiva
de dedicar el tiempo libre a otra cosa distinta a la lectura
A pesar de que Venezuela es uno de los países con más vacaciones
y por ende, uno de los lugares en donde hay más tiempo libre en el mundo, las
personas no acostumbran a invertir su tiempo en la lectura. Se desconoce el
motivo principal de este fenómeno, pero es así. Por eso, muchas librerías
pequeñas están cerrando, porque si se dedicaran estrictamente a vender libros
nuevos y/o usados, su clientela se reduce bastante.
El mayor
inconveniente no es simplemente que los venezolanos no se entretengan con la
lectura, sino que el pensamiento de lector, cada vez disminuye más. En los años
60, antes de la invención del Internet, las personas tenían una sed de
conocimiento. Para saciarla, recurrían a los libros, esta era la única fuente
de aprendizaje, además de la observación; pero con la creación de esta red
mundial, la sociedad ha ido dándole la espalda a los libros poco a poco, ya sea
para quemar tiempo libre o para estudiar. Tomar en cuenta el éxito que han
tenido libros como Harry Potter,
sería una contradicción a este punto, pero así como aclaró Federico Pacanins,
socio principal de El Buscón: “Aunque Harry
Potter sea un fenómeno a nivel mundial, la lectura en general se dedica
principalmente al desarrollo del trabajo o de los estudios, no al
entretenimiento individual.” Así es como era antes, y así debería seguir
siendo. Ahora la lectura se lleva a cabo principalmente cuando se trata de
algún libro que se hace muy conocido. Como comienza a estar en boca de todo el
mundo, la sociedad siente una obligación o curiosidad de leerlo. Pero, cuando
se trata de libros que no son comerciales, no se siente el mismo interés por
leer.
Esta era en la que
vivimos hoy en día, de acceso ilimitado tiene sus pros y sus contras. Es
increíble que la distancia entre toda la información del mundo y tus propios
ojos sea solo un clic. El reconocido librero de Noctua, Andrés Broesner,
comenta acerca de esto: “Para los nostálgicos, es horrible perder esa
experiencia orgánica de encontrar un libro en una librería o biblioteca. Se ha
perdido completamente la esencia romántica de leer.” Esto afecta
directamente a nuestra cultura, porque el disfrute de tener un libro en las
manos, crea una motivación por querer leer y nutrirnos de conocimientos.
Internet puede ser muy amplio, pero no ofrece la misma experiencia
satisfactoria que nos brindan los libros. Otro problema grave del Internet es
que la saturación de información nos ha vuelto flojos. Broesner apoya este
pensamiento al decir que: “leer ya no se trata de encontrar información
relevante sino de desechar la información irrelevante.”
La estructura
económica del negocio del libro
Este negocio es
muy moderado en sus eventuales ganancias. Esto hace que los locales de
comercialización, ya sean alquileres o compras, sean muy costosos en ciudades
grandes, como resulta en Caracas, Maracaibo o Valencia. De esta manera, hoy en
día se hace imposible sobrevivir con el simple ingreso que brindan los libros.
Ena Esteller, una estudiante de Idiomas de la UCV, amante de los libros desde
que era una niña, expresó: “vender libros ya no da para nada porque Internet lo
hace todo más cómodo.” Además compartió anécdotas de momentos en que visitó
Noctua o Libroria, y Andrés Broesner e Ignacio Alvarado, los dueños
respectivos, le ofrecían descuentos insólitos. “Estos verdaderos apasionados
por la lectura, son capaces de vender una joya de libro por BsF. 30. ¡Me
sorprende que Noctua siga de pie!”
La mayor parte de
los libreros, no son dueños de sus locales y el alquiler se hace cada vez más
caro. Entonces, lo que ganan, prácticamente les da solo para pagar la renta, lo
que trae como consecuencia el cierre de las librerías.
Micro
librerías vs. Librerías grandes
Debido a las
economías de escala, que según La Real Academia Española, se refiere al “abaratamiento
de los costos unitarios de un producto, logrado al aumentar la cantidad total
producida”, las librerías grandes como Nacho y Tecni-Ciencia tienen una facilidad en importación y costo de ventas. Esto se
debe a su tamaño, por eso las micro librerías son las que se ven más afectadas.
En las grandes empresas puedes conseguir los mismos libros que en aquellas
pequeñas, hasta más baratos y con más variedad. En las otras librerías es
difícil tener libros por los problemas para importar que fueron antes
mencionados.
Santiago Ramírez, el socio
principal de Tecni-Ciencia, se autodenominó como “una fusión extraña entre papelería, piñatería, y librería.”
Ellos no venden libros únicamente. “Vendemos juguetes, rompe cabezas,
cuadernos, lápices, etc. Yo estoy convencido de que la mayoría de nuestros
ingresos vienen de ahí,” afirma Ramírez.
Esto comprueba que
las librerías grandes están sostenidas en gran parte por cosas que ni siquiera
son libros. Además de esto, todas se encuentran en centros comerciales inmensos
en donde pasa gente todo el tiempo. El Tolón, El Sámbil, El Centro Comercial de
Santa Fe, entre otros. Inevitablemente van a tener clientes. No solo esto, sino
que llevan mucho más tiempo en el negocio. Por lo menos Tecni-Ciencia, se ha vuelto una corporación inmensa que está manejada por
varios socios. Por todos estos motivos, no se han visto tan afectados por el
Internet; tienen una fuente de dinero a parte de los libros. De lo contrario se
verían muy afectados. Una prueba de esto es que Borders y Barnes
& Nobles, en EEUU, quebraron. Estas dos librerías eran enormes empresas,
pero se mantenían principalmente de libros y fracasaron.
En un futuro no
muy lejano, es posible que no vayan a existir los libros en físico, debido a los grandes avances tecnológicos que
cada vez facilitaran más y más la lectura.
La competencia con
Internet es enorme. A través de páginas como Amazon los pedidos se hacen más
rápidos y efectivos. Pero a pesar de que el comercio por Internet ha sido un
factor de redimensión de la comercialización de los libros, podemos observar
que no es ni el único, ni el principal motivo en Venezuela, por ahora. Estas
páginas como Amazon, terminan de complementarse con la confianza en un correo
que entrega a tiempo y en perfecto estado. Esos dos elementos son necesarios
para justificar la sustitución de librerías de punto físico, por las librerías
virtuales internautitas. Sin embargo, Internet sí es una amenaza evidente, pero
lo será más aún a largo plazo, y probablemente en unos cuantos años.
Alfredo Zampella CI: 19.693.901
Grupo # 8
Periodismo Avanzado sección “C”
No hay comentarios:
Publicar un comentario