La
decisión por parte de una pareja de tener un hijo es muy importante y se debe
tomar de una manera responsable. Cada vez son más las parejas que planifican
cuándo tener una familia, en función de sus circunstancias sociales,
económicas, laborales, etc. Pero si se trata de la adolescencia esta idea de la
planificación parece casi utópica, en esta etapa de la vida donde los jóvenes atraviesan
muchos cambios, tanto físicos, sexuales como psicológicos. Muchas veces podemos
olvidarnos que el adolescente es una persona en desarrollo, que si bien debe
construir su libertad, para hacerlo también necesita límites que los ayuden a
ubicarse en el mundo. Y es aquí donde la orientación de los padres es
fundamental, que ayuden al adolescente en la búsqueda del equilibrio, la
madurez y una educación sexual responsable para así contribuir a no truncar con embarazos no
deseados la vida de jóvenes que saltan etapas de sus vidas, dejan sus estudios
y son hermanos de sus hijos. Un embarazo adolescente
puede destruir el proyecto de vida del joven, es por esto que se resalta la
importancia de tratar estos temas con los adolescentes para que en un futuro
busquen una paternidad responsable.
Pero muchas veces esta orientación es fallida o poco
eficaz, si a esto le sumamos la falta de servicios públicos orientados a la
población más joven del país, y el poco protagonismo que se le da a la
sexualidad responsable en las instituciones educativas, el embarazo adolescente
es vivido como un problema social creciente.
Si bien es cierto, el embarazo adolescente es
un problema generalizado en la población, la mala calidad de la educación
sexual sumada al desconocimiento del correcto funcionamiento de los
métodos anticonceptivos, eleva la cantidad de hijos de madres adolescentes en
los sectores más vulnerables del país.
Miles de adolescentes en
Venezuela están comenzando a tener de manera prematura relaciones sexuales
irresponsablemente, lo q
ue ha generado números alarmantes
de embarazos no deseados. Un estudio del Centro Latinoamericano de la
Mujer publicó que
Venezuela es el primer país de Latinoamérica con mayor índice de adolescentes
embarazadas. De hecho, estadísticas de maternidades reflejan que de cada
cien partos en el país, por lo menos veinte son adolescentes, una de cada cinco jóvenes ha tenido un embarazo no
planificado en los primeros cinco meses de relación antes de los 20 años de
edad según cifras de la OMS otorgadas por el doctor Humberto Acosta, quien
lidera la fundación sobre embarazo en jóvenes Nosotras Elegimos.
Anabel Díaz, presidenta de la
Fundación Caracas para los Niños, adscrita a la jefatura de gobierno del
Distrito Capital, ratifica lo antes mencionado, además de señalar que Caracas
se ubica en la tercera ciudad de Venezuela con más adolescentes embarazadas,
seguida de los estados Portuguesa y Apure, que están a la par.
Ante estas cifras, tanto esta fundación, como la ONG Cecodap
y el Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y
Adolescentes (Idena), entre otras, comienzan a desarrollar más esfuerzos para
prevenir este problema social, que sin duda, puede atacarse con numerosos programas
de educación sexual.
La educación sexual debe ser responsabilidad de todos,
del padre, del colegio, del Estado, de los adolescentes, quienes juegan un rol importante que es buscar
información correcta para poder asimilarla, aplicarla y llevarla a los hogares,
señala Yohana Izazzi, consejera en salud sexual de Cecodap.
Cecodap, por los derechos de los niños, niñas y
adolescentes, desarrolló hace tres años, en alianza con el Grupo de Orientación
de Salud Sexual (Goss), el programa de consejeros de salud sexual y
reproductiva. Ahí, jóvenes de entre 12 y 18 años son entrenados para
impartir información de manera dinámica, de adolescente a adolescente, sobre
salud sexual en liceos, calles y medios de comunicación. El vocero de
Cecodap, Fernando Pereira hace alusión y comenta que “La educación sexual debe ser de contenido obligatorio en las
escuelas y liceos. El término embarazo adolescente es el correcto.
Embarazo precoz o temprano son considerados peyorativos. La mayoría de los
casos de adolescentes embarazadas tienen entre 14 y 17 años. “
Una investigación de Inamujer en las parroquias
caraqueñas El Junquito, La Vega y Antímano, en 2009, arrojó que el 80% de las
féminas quedan embarazadas a la edad de la adolescencia o la niñez.
Y
no solo es el aumento desmedido de la población y la falta de control de
natalidad lo alarmante de este tema, es el riesgo y consecuencia que trae el
embarazo precoz. Desde el aspecto médico Vanessa
Szczedrin ginecóloga y jefa del Servicio de Atención al Adolescente de la
Maternidad Concepción Palacios comento durante el lanzamiento del programa
S.O.S Prevención de la Mortalidad Materna que el embarazo en la adolescencia trae
serias consecuencias:
- Un problema que se presenta en
este tipo de embarazos es la falta de atención médica desde el inicio del
embarazo, debido a que generalmente las chicas no avisan pronto a sus padres,
tardan en decirles de su situación de 4 a 5 meses, los cuales pasan sin
revisión alguna.
- Las mujeres de 16 años o menos
corren el riesgo de preeclampsia y eclampsia.
- El bajo peso al nacer de los
lactantes hijos de adolescentes aumenta y probablemente se debe a causas
orgánicas tales como anomalías placentarias, nutrición deficiente, tabaquismo y
consumo de drogas.
- La mortalidad materna en ésta
etapa, incluso en numerosas naciones en vías de desarrollo figura dentro de las
causas más frecuentes de muerte en las adolescentes, la mayoría se deben a embolia,
enfermedad hipertensiva, embarazos ectópicos
- Algunas chicas optan por el
aborto a veces clandestino que pone su vida en peligro debido a sepsis y
hemorragias presentadas durante el proceso.
Y en el
aspecto psicosocial nos comenta la Psicóloga del colegio Claret, Carmen Elster,
que Algunas jóvenes madres optan por la adopción que les crea
una gran culpa y arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.
- Hay quienes deciden tener
soltera al hijo, enfrentándose a grandes carencias y dificultades. Su proyecto
de vida se ve frenado, sufren agresiones por parte de su familia y del entorno
y tienen menos oportunidades de conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal
remunerado), sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente
desfavorable.
- Otras jóvenes madres deciden (si
es que la pareja responde) casarse. Sin embargo existen altas probabilidades de
que su matrimonio no resulte porque los chicos se enfrentan a un evento
inesperado, sorpresivo; no son capaces en esos momentos de llevar una vida de
pareja independiente económicamente, no están lo suficientemente maduros para
que su relación perdure, ni están preparados para recibir un hijo y mucho menos
cuidarlo.
Por otro parte, existe una relación estrecha entre adolescentes embarazadas y la extrema pobreza,
y eso no es de estricta casualidad. Pues se determina que la falta de
información, de educación sexual responsable y el costo de consultas médicas y métodos anticonceptivos, son determinantes a
la hora de estos adolescentes tener relaciones sexuales irresponsables.
Aquí deben ser protagonistas otras
autoridades, como son los colegios o nuevas instituciones públicas que estén
orientadas a prestar estos servicios de planificación familiar, lugares que
sean factibles para el adolescente. Esto
como alternativa a las soluciones planteadas por los protagonistas, pues varios
adolescentes fueron encuestados en distintos sectores de la cuidad capital. “Yo
no sabía que habían tantos métodos anticonceptivos y que eran tan eficientes,
pues no hay sitios a donde uno pueda ir y que le informen y te guíen para saber
cual hay que usar o donde conseguirlos” opina Carlos Rodríguez estudiante de 17
años del colegio Claret de Caracas, varios compañeros coincidiendo con su
testimonio, expresan que hacen falta centros de planificación familiar donde
puedan acudir a charlas informativas que aclaren sus dudas, presten servicios
médicos como ginecología, o puedan tener
mejor accesibilidad a métodos anticonceptivos. Pues muchos de ellos desconocen
estos métodos y aseguran que la mayor parte de sus conocidos entre 13 y 17 años
tampoco tienen información completa acerca de ellos.
A pesar de los programas impartidos y
las soluciones planteadas y ejecutadas por el estado, el embarazo adolescente
sigue siendo un problema social que afecta a nuestros jóvenes, quizás las
medidas tomadas no han sido suficientes o han sido poco eficaces, lo cual nos
lleva a concluir que si se han tomado pocas medidas pero no han resultado como esperábamos, con
un mayor esfuerzo este problema puede reducirse aunque posiblemente no
erradicarse por completo, pero eso lo sabremos cuando se implementen programas
masivos de educación sexual realmente efectivos en todos los colegios, liceos e
inclusive universidades de nuestro país, se creen nuevas instituciones
orientadas al desarrollo de una paternidad responsable y una planificación
familiar consciente, que estos trabajen en pro y para los adolescentes, también
que sean accesibles y que estos cuenten con el apoyo económico y social, la
información y sobretodo la educación sexual necesaria, por su parte varios médicos que han expresado su opinión en
público acerca del tema, consideran que luchar contra esta realidad, que es
normal para estos jóvenes es difícil pero no imposible. Tenemos que facilitar el acceso y transporte a los
centros de salud, que hayan más recursos en los hospitales, anticonceptivos
gratuitos y que haya una orientación psicológica para prevenir el embarazo no
deseado, solo así sabremos que la posibilidad de la prevención de
embarazos en la adolescencia es real y factible en nuestro país.
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