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sábado, 13 de julio de 2013

Prevención de embarazo adolescente en Venezuela ¿Posibilidad o disparate?

La decisión por parte de una pareja de tener un hijo es muy importante y se debe tomar de una manera responsable. Cada vez son más las parejas que planifican cuándo tener una familia, en función de sus circunstancias sociales, económicas, laborales, etc. Pero si se trata de la adolescencia esta idea de la planificación parece casi utópica, en esta etapa de la vida donde los jóvenes atraviesan muchos cambios, tanto físicos, sexuales como psicológicos. Muchas veces podemos olvidarnos que el adolescente es una persona en desarrollo, que si bien debe construir su libertad, para hacerlo también necesita límites que los ayuden a ubicarse en el mundo. Y es aquí donde la orientación de los padres es fundamental, que ayuden al adolescente en la búsqueda del equilibrio, la madurez y una educación sexual responsable para así contribuir a no truncar con embarazos no deseados la vida de jóvenes que saltan etapas de sus vidas, dejan sus estudios y son hermanos de sus hijos. Un embarazo adolescente puede destruir el proyecto de vida del joven, es por esto que se resalta la importancia de tratar estos temas con los adolescentes para que en un futuro busquen una paternidad responsable.
Pero muchas veces esta orientación es fallida o poco eficaz, si a esto le sumamos la falta de servicios públicos orientados a la población más joven del país, y el poco protagonismo que se le da a la sexualidad responsable en las instituciones educativas, el embarazo adolescente es vivido como un problema social creciente.
Si bien es cierto, el embarazo adolescente es un problema generalizado en la población, la mala calidad de la educación sexual sumada al desconocimiento del correcto funcionamiento de los métodos anticonceptivos, eleva la cantidad de hijos de madres adolescentes en los sectores más vulnerables del país.

Miles de adolescentes en Venezuela están comenzando a tener de manera prematura relaciones sexuales irresponsablemente, lo q
ue ha generado números alarmantes de embarazos no deseados.  Un estudio del Centro Latinoamericano de la Mujer publicó que Venezuela es el primer país de Latinoamérica con mayor índice de adolescentes embarazadas. De hecho, estadísticas de maternidades reflejan que de cada cien partos en el país, por lo menos veinte son adolescentes, una de cada cinco jóvenes ha tenido un embarazo no planificado en los primeros cinco meses de relación antes de los 20 años de edad según cifras de la OMS otorgadas por el doctor Humberto Acosta, quien lidera la fundación sobre embarazo en jóvenes Nosotras Elegimos.




Anabel Díaz, presidenta de la Fundación Caracas para los Niños, adscrita a la jefatura de gobierno del Distrito Capital, ratifica lo antes mencionado, además de señalar que Caracas se ubica en la tercera ciudad de Venezuela con más adolescentes embarazadas, seguida de los estados Portuguesa y Apure, que están a la par. 

Ante estas cifras, tanto esta fundación, como la ONG Cecodap y el Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idena), entre otras, comienzan a desarrollar más esfuerzos para prevenir este problema social, que sin duda, puede atacarse con numerosos programas de educación sexual. 

La educación sexual debe ser responsabilidad de todos, del padre, del colegio, del Estado, de los adolescentes,  quienes juegan un rol importante que es buscar información correcta para poder asimilarla, aplicarla y llevarla a los hogares, señala Yohana Izazzi, consejera en salud sexual de Cecodap. 

Cecodap, por los derechos de los niños, niñas y adolescentes, desarrolló hace tres años, en alianza con el Grupo de Orientación de Salud Sexual (Goss), el programa de consejeros de salud sexual y reproductiva.  Ahí, jóvenes de entre 12 y 18 años son entrenados para impartir información de manera dinámica, de adolescente a adolescente, sobre salud sexual en liceos, calles y medios de comunicación.  El vocero de Cecodap, Fernando Pereira hace alusión y comenta que “La educación sexual  debe ser de contenido obligatorio en las escuelas y liceos. El término embarazo adolescente es el correcto. Embarazo precoz o temprano son considerados peyorativos. La mayoría de los casos de adolescentes embarazadas tienen entre 14 y 17 años. “

Una investigación de Inamujer en las parroquias caraqueñas El Junquito, La Vega y Antímano, en 2009, arrojó que el 80% de las féminas quedan embarazadas a la edad de la adolescencia o la niñez.

Y  no solo es el aumento desmedido de la población y la falta de control de natalidad lo alarmante de este tema, es el riesgo y consecuencia que trae el embarazo precoz. Desde el aspecto médico Vanessa Szczedrin ginecóloga y jefa del Servicio de Atención al Adolescente de la Maternidad Concepción Palacios comento durante el lanzamiento del programa S.O.S Prevención de la Mortalidad Materna que el embarazo en la adolescencia trae serias consecuencias:
- Un problema que se presenta en este tipo de embarazos es la falta de atención médica desde el inicio del embarazo, debido a que generalmente las chicas no avisan pronto a sus padres, tardan en decirles de su situación de 4 a 5 meses, los cuales pasan sin revisión alguna.
- Las mujeres de 16 años o menos corren el riesgo de preeclampsia y eclampsia.
- El bajo peso al nacer de los lactantes hijos de adolescentes aumenta y probablemente se debe a causas orgánicas tales como anomalías placentarias, nutrición deficiente, tabaquismo y consumo de drogas.
- La mortalidad materna en ésta etapa, incluso en numerosas naciones en vías de desarrollo figura dentro de las causas más frecuentes de muerte en las adolescentes, la mayoría se deben a embolia, enfermedad hipertensiva, embarazos ectópicos
- Algunas chicas optan por el aborto a veces clandestino que pone su vida en peligro debido a sepsis y hemorragias presentadas durante el proceso.
Y en el aspecto psicosocial nos comenta la Psicóloga del colegio Claret, Carmen Elster, que Algunas jóvenes madres optan por la adopción que les crea una gran culpa y arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.

- Hay quienes deciden tener soltera al hijo, enfrentándose a grandes carencias y dificultades. Su proyecto de vida se ve frenado, sufren agresiones por parte de su familia y del entorno y tienen menos oportunidades de conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal remunerado), sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente desfavorable.
- Otras jóvenes madres deciden (si es que la pareja responde) casarse. Sin embargo existen altas probabilidades de que su matrimonio no resulte porque los chicos se enfrentan a un evento inesperado, sorpresivo; no son capaces en esos momentos de llevar una vida de pareja independiente económicamente, no están lo suficientemente maduros para que su relación perdure, ni están preparados para recibir un hijo y mucho menos cuidarlo.

Por otro parte, existe una relación estrecha entre  adolescentes embarazadas y la extrema pobreza, y eso no es de estricta casualidad. Pues se determina que la falta de información, de educación sexual responsable y el costo de consultas médicas y  métodos anticonceptivos, son determinantes a la hora de estos adolescentes tener relaciones sexuales irresponsables.

Aquí deben ser protagonistas otras autoridades, como son los colegios o nuevas instituciones públicas que estén orientadas a prestar estos servicios de planificación familiar, lugares que sean factibles para el adolescente.  Esto como alternativa a las soluciones planteadas por los protagonistas, pues varios adolescentes fueron encuestados en distintos sectores de la cuidad capital. “Yo no sabía que habían tantos métodos anticonceptivos y que eran tan eficientes, pues no hay sitios a donde uno pueda ir y que le informen y te guíen para saber cual hay que usar o donde conseguirlos” opina Carlos Rodríguez estudiante de 17 años del colegio Claret de Caracas, varios compañeros coincidiendo con su testimonio, expresan que hacen falta centros de planificación familiar donde puedan acudir a charlas informativas que aclaren sus dudas, presten servicios médicos como ginecología,  o puedan tener mejor accesibilidad a métodos anticonceptivos. Pues muchos de ellos desconocen estos métodos y aseguran que la mayor parte de sus conocidos entre 13 y 17 años tampoco tienen información completa acerca de ellos.
A pesar de los programas impartidos y las soluciones planteadas y ejecutadas por el estado, el embarazo adolescente sigue siendo un problema social que afecta a nuestros jóvenes, quizás las medidas tomadas no han sido suficientes o han sido poco eficaces, lo cual nos lleva a concluir que si se han tomado pocas medidas  pero no han resultado como esperábamos, con un mayor esfuerzo este problema puede reducirse aunque posiblemente no erradicarse por completo, pero eso lo sabremos cuando se implementen programas masivos de educación sexual realmente efectivos en todos los colegios, liceos e inclusive universidades de nuestro país, se creen nuevas instituciones orientadas al desarrollo de una paternidad responsable y una planificación familiar consciente, que estos trabajen en pro y para los adolescentes, también que sean accesibles y que estos cuenten con el apoyo económico y social, la información y sobretodo la educación sexual necesaria, por su parte varios médicos que han expresado su opinión en público acerca del tema, consideran que luchar contra esta realidad, que es normal para estos jóvenes es difícil pero no imposible. Tenemos que facilitar el acceso y transporte a los centros de salud, que hayan más recursos en los hospitales, anticonceptivos gratuitos y que haya una orientación psicológica para prevenir el embarazo no deseado, solo así sabremos que la posibilidad de la prevención de embarazos en la adolescencia es real y factible en nuestro país.



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